La privatización, ese estado degenerativo que han producido nuestros gobiernos, gobiernos mediocres, enfocados en el enriquecimiento de los sectores arribistas y aplastantes, aquellos sectores que no miran dos veces antes de poner su pie sobre los que consideran de “menor importancia”.
¿Cómo es posible que se
permita tremenda atrocidad y se ciegue al mundo de lo que en realidad está
pasando? no podemos seguir viviendo en la ignorancia, en el desconocimiento,
dando cabida al abuso que se está generando en el mundo, en el país, con
nuestros campesinos, aquellos que por generaciones han trabajado
incansablemente por dar lo mejor de sí mismos y de su producción agrícola.
Personas que dedican su vida a la investigación del campo, que trabajan
honestamente, no por avaricia sino por el deseo de un producto que a diario
mejore, que impulse el desarrollo económico, tecnológico y cultural, un plan de
biodiversidad, de intercambio, de conexión.
Debemos abrir los ojos y
mirar a fondo como lo que consumimos está afectando el mundo que nos rodea, y
así mismo desde nuestro punto más alto de conciencia ayudar y guiar a los que
aún están llegando ahí.
Es nuestro deber, nuestro
compromiso cambiar esta situación, levantarnos firmes y enfocados en el cambio
que queremos generar, porque si no lo hacemos nosotros los que somos
conscientes, vamos a dejar el planeta en manos de aquellos que no ven más allá
del dinero que reposa en sus escritorios, ese dinero que creen que contiene el
tan anhelado “poder”.
Apoyemos a nuestros campesinos
y agricultores y hagamos escuchar la voz del pueblo, el pueblo que en su
corazón sabe lo que necesita y por lo que debe luchar, no permitamos que
nuestros campos reposen llenos de semillas transgénicas, que la naturaleza sea
alterada para el beneficio de unos pocos y la desgracia de la mayoría. Juntos
somos imparables, no le demos la espalda a este planeta que todo nos ha dado.
Carlos Andrés Rendón
Carlos Andrés Rendón
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